La depresión es una enfermedad mental que afecta a millones de personas en todo el mundo. Aunque es común, a menudo no se habla lo suficiente sobre ella y se la subestima como simplemente "sentirse triste" y se anima a las personas a “ser fuertes” mientras la enfermedad progresa. Relacionado con esto se encuentra la falsa idea de que la depresión es un signo de debilidad de las personas de la cual hay que avergonzarse. La depresión es mucho más que eso y puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen. En esta entrada, exploraremos en profundidad qué es la depresión, cuáles son sus causas, síntomas y tratamientos disponibles.
¿Qué es la depresión?
La depresión es una enfermedad mental que se caracteriza por sentimientos persistentes de tristeza, pérdida de interés o placer en actividades que antes se disfrutaban, y una disminución en la energía y la motivación. Puede afectar a la forma en que una persona piensa, siente y se comporta, y puede tener un impacto significativo en su vida cotidiana. Los síntomas pueden variar en gravedad, duración y frecuencia y pueden ser causados por factores biológicos, psicológicos y sociales.
Tipos de depresión
Existen varios tipos de depresión que se caracterizan por sus síntomas, duración y factores desencadenantes. Algunos de los tipos más comunes de depresión incluyen:
Depresión mayor: también conocida como trastorno depresivo o episodio depresivo, se caracteriza por sentimientos persistentes de tristeza, pérdida de interés o placer, y una serie de otros síntomas que afectan significativamente la capacidad de una persona para funcionar en la vida diaria.
Trastorno depresivo persistente: conocido también como distimia, se caracteriza por sentimientos persistentes de tristeza y desesperanza de baja intensidad pero que generan malestar y disminución de la calidad de vida, pero que puede durar años.
Trastorno afectivo estacional: también conocido como trastorno afectivo estacional (TAE), se caracteriza por síntomas depresivos que se producen durante ciertas épocas del año, como el invierno.
Trastorno bipolar: se caracteriza por períodos de depresión intercalados con episodios de manía o hipomanía (un estado de ánimo elevado y energizado, lo opuesto a la depresión).
Depresión posparto: ocurre después del parto y puede durar semanas o meses.
Depresión psicótica: se caracteriza por síntomas depresivos graves que se acompañan de delirios o alucinaciones.
Prevalencia de la depresión
La depresión es un problema de salud mental significativo en Perú, y se estima que afecta a una gran proporción de la población. Según datos de la Encuesta Nacional de Hogares del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) de Perú, en el año 2019, alrededor del 7,5% de la población peruana informó haber recibido un diagnóstico de depresión por parte de un profesional de la salud en los últimos 12 meses.
Sin embargo, es posible que la tasa real de depresión en Perú sea aún mayor, ya que muchas personas pueden no buscar tratamiento o pueden no haber recibido un diagnóstico preciso. Además, las disparidades socioeconómicas y la falta de acceso a servicios de salud mental adecuados en algunas áreas del país pueden limitar el acceso de las personas a la atención y el tratamiento para la depresión.
Causas de la depresión
Factores biológicos (genética, desequilibrios químicos en el cerebro, enfermedades médicas)
Factores psicológicos (trauma, estrés, problemas de relaciones interpersonales)
Factores sociales (aislamiento social, pobreza, discriminación)
Síntomas de la depresión
Síntomas físicos: fatiga, cambios en el apetito y el sueño, en ocasiones predominan más que los síntomas afectivos enmascarando la depresión. Particularmente el sueño deteriorado suele empeorar la depresión.
Síntomas afectivos: descrita como tristeza profunda, aunque en realidad no es lo mismo que la tristeza (por ejemplo, una persona que ha perdido a un familiar puede estar muy triste pero no se considera un síntoma depresivo). Suele acompañarse de desesperanza, culpa, enlentecimiento psicomotor.
Síntomas cognitivos: dificultad para concentrarse con la consecuente disminución del rendimiento, pensamientos negativos y pesimistas con evaluaciones sesgadas por el componente afectivo, pérdida de interés en actividades que antes se disfrutaban y pensamientos o conductas relacionadas con el suicidio.
Tratamiento de la depresión
El tratamiento para la depresión puede variar según la gravedad de los síntomas y las necesidades individuales de cada persona. A continuación, se presentan algunas de las opciones de tratamiento más comunes:
Terapia psicológica: la terapia psicológica, como la terapia cognitivo-conductual, puede ser una forma efectiva de tratar la depresión. Estas terapias se centran en ayudar a las personas a identificar patrones de pensamiento negativos y a aprender habilidades para cambiar esos patrones.
Medicamentos antidepresivos: los medicamentos antidepresivos pueden ser recetados por un profesional de la salud mental para ayudar a aliviar los síntomas de la depresión. Hay varios tipos de antidepresivos disponibles, y la elección del medicamento dependerá de los síntomas individuales y de la tolerancia de cada persona. Si bien en las depresiones leves no se ha demostrado ventaja importante de los medicamentos, en el caso de las depresiones moderadlas a graves son altamente recomendables. El tratamiento farmacológico no es breve, suele durar varios meses y la suspensión por mejoría temprana de los síntomas puede favorecer la recaída y la cronicidad de la misma, por lo que no se deben suspender los tratamientos sin la asesoría profesional.
Terapia electroconvulsiva (TEC): la TEC es un tratamiento excepcional, que implica la aplicación controlada de una corriente eléctrica al cerebro para inducir una convulsión terapéutica. Es una opción de tratamiento que se considera en casos de depresión grave que no han respondido a otros tratamientos. A pesar del temor de las personas y la mala imagen que tiene en la sociedad, la TEC ha demostrado ser segura y eficaz en los casos más graves en los que la vida de las personas están en juego (suicidio).
Corregir los estilos de vida no saludables: se ha demostrado que el ejercicio regular, una dieta equilibrada, sueño adecuado, buenas relaciones interpersonales pueden ayudar a a mejora de los síntomas.
Terapias alternativas: hay varias terapias complementarias que pueden ser útiles en el tratamiento de la depresión, como la meditación, el yoga y la acupuntura.
Es importante destacar que el tratamiento para la depresión puede llevar tiempo y puede requerir ajustes en el camino. Además, el apoyo de amigos y familiares también puede ser una parte importante del proceso de recuperación. Si crees que puedes estar experimentando depresión, es importante buscar ayuda profesional para recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.
Conclusión:
La depresión es una enfermedad seria que no se puede curar simplemente con un "ánimo, se fuerte“. Es importante reconocer los síntomas y buscar ayuda profesional si es necesario. Con el tratamiento adecuado, muchas personas con depresión pueden llevar una vida plena y feliz.
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